Los continuos informes sobre el estado actual del medio ambiente nos recuerdan la importancia de optar por energías renovables o energías limpias. Parte de este interés ha sido promulgado por parte de algunos estados para llevar a cabo medidas gubernamentales, en un plano oficial, mientras que otras medidas recaen sobre el ciudadano. Estas acciones nos han familiarizado con nuevos conceptos científicos y sus respectivas voces, concretamente el léxico medioambiental, como residuo cero o ecoparque, etc., ya anotadas a través de esta iniciativa del Martes Neológico.

[fotografía] placas solares
Pixabay

Nos ocupa en esta ocasión el término placa solar, vozque sintetiza uno de los últimos puertos a los que ha llegado una serie de conceptos teóricos que dejaron su primer rastro en los listados de patentes franceses y estadounidenses, y que nominaban las distintas combinaciones de un aparato o dispositivo que convertía, mediante diversos procesos químicos, la luz solar en energía eléctrica. El vaivén de terminología, que arrancó en un principio con voces más generales o abstractas como dispositivo o herramienta de captación o de generación de energía, y que terminó en formas más especializadas, refiriéndose a un tipo más concreto de invención, resalta la tendencia a una disminución de esta variación, y a la más que evidente fijación de este sintagma.

Si atendemos al patrón de búsquedas por Internet de todos los países hispanohablantes, los datos revelan una abundancia de casos de uso de placa solar sobre todo en España, donde parece preferirse sobre panel solar, mientras que los países hispanoamericanos parecen optar, en la gran mayoría de los casos, por la opción panel solar, voz que coincide con las de otras lenguas: solar panel (inglés), panneau solaire (francés) o Solarpanel (alemán). Sin embargo, aunque estas regiones muestran preferencias por una u otra voz, ambas son de amplio uso, y placa solar, concretamente, goza de una presencia considerable en los medios escritos, en los que encontramos también la esporádica placa o placas que se podría entender como un acortamiento:

  • El precio cada vez más accesible de las placas solares en España, con modelos más flexibles y versátiles, como los que se pueden poner en balcones o los que se colocan como pegatinas en cualquier superficie, se une a su bajo mantenimiento y a su generación de energía totalmente limpia. [El Español (España), 24/12/2022]
  • El autoconsumo eléctrico se duplicó el año pasado: 200.000 casas ya cuentan con placas solares [El País (España), 23/1/2023]
  • La compañía china está dando los primeros pasos con placas solares en sus móviles. [El Sol de México (México), 6/8/2019]

Existen otras voces como placa o célula fotovoltaica, que conviven en variación con las dos predominantes, placa o panel solar, y que suponen, hasta cierto punto, una concretización o un uso más específico con cierto matiz técnico. Los términos más acotados de estos dispositivos podrían ser indicadores de que placa solar funciona como hiperónimo de este paradigma, ayudado por el significado más material-referencial de placa como «plancha de metal u otra materia, en general rígida y poco gruesa». Por lo que, en un discurso menos especializado, placa o panel se podrían usar indistintamente, mientras que, en un discurso con perspectiva científica, cabría una distinción técnica entre una u otra voz. Así se percibe en un primer testimonio recogido en el corpus del Diccionario histórico de la lengua española,

  • Durante el día una fracción de las radiaciones procedentes de los rayos solares que atraviesan la atmósfera terrestre es captada por una placa de un cierto material que constituye el núcleo principal del panel solar.

Es de esta forma que aparece en obras lexicográficas como el Diccionario del español actual de Manuel Seco (et al.) como ejemplo de placa; en el Diccionario de uso del español de América y de España, como locución asociada a una de sus acepciones, y definida como «dispositivo destinado a almacenar energía solar para producir energía térmica o eléctrica»; sin embargo, no se recoge en los diccionarios de neologismos Alvar1 y Alvar2, ni en el Nuevo diccionario de voces de uso actual, el Diccionario de uso del español actual o el Diccionario de la lengua española como combinación estable de su núcleo nominal placa, aunque sí podemos encontrar en esta obra otras formas análogas como placa giratoria. Por otra parte, en cuanto al paradigma de la entrada solar, este diccionario, en la segunda acepción (valor adjetival, «perteneciente o relativo al sol»), no lo recoge como parte de las formas complejas, al lado de construcciones parecidas como reloj solar, microscopio solar o energía solar. Consideramos que este neologismo cuenta con suficiente recorrido como para considerarlo una voz estable dentro del repertorio léxico del español, por lo que su incorporación a obras lexicográficas como el DLE estaría justificada.

Claudia Morales Ruiz
Historia15
Universidad de Sevilla (España)

placa solar f.

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