Mens sana in corpore sano. Aunque esta expresión latina, proveniente del poeta romano Juvenal (60-128), tenga ya casi dos mil años y fuese dirigida a los dioses a los que rezaba para que le otorgasen un espíritu equilibrado en un cuerpo saludable, al autor de las famosas Sátiras no le faltaba razón alguna. El valor que damos hoy en día a la vida activa y al bienestar personal y físico es diferente al de hace dos milenios. Ahora sabemos que las emociones se regulan desde distintas partes del cerebro y que es el sistema nervioso el encargado de la regulación fisiológica del organismo.

[fotografía] mujer solitaria sentada de espaldas en un acantilado, contemplando una puesta de sol sobre el mar
Riccardo (Pexels)

Ese estado de bienestar, de equilibrio psíquico, en el que un individuo es consciente de sus propias capacidades cognitivas y emocionales, puede afrontar las tensiones normales de la vida cotidiana, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de vivir en sociedad y contribuir a ella se conoce como salud mental. De hecho, esta es la definición que ofrece la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque no es la única, ya que la noción de salud mental depende de patrones culturales y de juicios subjetivos, así como de enfoques teóricos y profesionales distintos.

La salud mental es un componente esencial de la salud de las personas y está condicionada por factores ambientales, biológicos, psicológicos y socioeconómicos. A pesar de que cada vez hay más conciencia de la importancia de la salud mental en nuestra sociedad, hay gente que sufre enfermedades, como la ansiedad o la depresión —que se estima que afecta al 4 % de la población mundial—, o trastornos mentales, concepto radicalmente opuesto al de salud mental. Los expertos denuncian un aumento de los casos en los que los enfermos sufren discriminación o no tienen ningún tipo de acceso a tratamientos o a especialistas.

Veamos a continuación el uso de salud mental en algunos contextos extraídos de la prensa escrita que dan cuenta de ello:

  • El informe —que apareció en el número de agosto de la revista Pediatrics— dice, concretamente, que mirar televisión puede afectar la salud mental, social y física de los jóvenes. [La Nación (Argentina), 5/8/1999]
  • El psiquiatra Carlos Gómez-Restrepo comandó un grupo de casi 350 personas para establecer cómo anda la salud mental de los colombianos. [El Espectador (Colombia), 30/9/2015]
  • La investigadora también explica que la atención de salud mental en los centros penitenciarios es «precaria, escasa y limitada. No muy distinta a la que tenemos los chilenos y chilenas fuera de cárcel», agrega. [The Clinic (Chile), 13/6/2019]

Cabe destacar que, en los distintos observatorios de neología, se ha advertido un uso creciente del sintagma a partir del año 2020, coincidiendo con la crisis del COVID-19, que ha tenido un importante impacto en la salud, especialmente en la de los adolescentes, tal y como difundió UNICEF en un sondeo reciente:

  • Ante la alta demanda de atención a la salud mental vinculada a la pandemia, terapeutas buscan no descuidar su propio bienestar emocional. [Reforma (México), 8/2/2021]
  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró este lunes que se ha situado a la salud mental «en el epicentro de la agenda pública». [La Vanguardia (España), 10/10/2022]

En cuanto a su presencia en obras lexicográficas de referencia, solo se recoge en el Diccionario del español actual en la segunda acepción de salud, definida como «estado de buen funcionamiento psíquico o mental», y además especifica que puede encontrarse junto a otros adjetivos calificativos como precaria, frágil, desgastada u óptima. En los diccionarios de otras lenguas, solo lo incluyen el Diccionari normatiu valencià de la Academia Valenciana de la Llengua(«estat d’equilibri que permet a l’individu afrontar les crisis de la vida i la capacitat d’establir relacions harmonioses amb els altres») y el Oxford English Dictionary («health of the mind as distinct from physical health; the condition of a person or group in respect of the functioning of the mind; the branch of medicine that deals with this»). Así pues, vemos que en el DEA hay una simplificación de la definición, pero sin embargo en las ediciones más recientes de los demás diccionarios en los que aparece salud mental ya se define con algo más de precisión pese a la complejidad que se esconde tras este concepto, como hemos comentado previamente.

Si bien es cierto que el mundo ya vivía inmerso en una profunda crisis de salud mental antes de que la pandemia irrumpiera en nuestras vidas, la penetración social del uso de este neologismo se ha acrecentado en los últimos años, así que parece más que justificada su inclusión de los repertorios lexicográficos del español. Incluso es tanta la importancia y repercusión del término que, con el fin de impulsar iniciativas sobre los problemas de salud en todo el mundo, desde 1982 se celebra cada 10 de octubre el Día Mundial de la Salud Mental. De alguna manera, un primer paso para luchar contra la estigmatización que sufren las personas con algún tipo de trastorno o enfermedad mental es tomar conciencia de este concepto, entenderlo, definirlo y difundirlo, como hacemos en este blog. Teniendo en cuenta que, según datos oficiales publicados por la OMS, una de cada cuatro personas sufrirá algún tipo de problema mental a lo largo de su vida, la salud mental se ha convertido en una prioridad global. En resumen, la salud mental es parte esencial de nuestro bienestar, tanto que sin ella no hay salud.

Martí Freixas Cardona
Observatori de Neologia
Universitat Pompeu Fabra (España) / Universität Leipzig (Alemania)

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