momentum m.

momentum <em>m.</em>

El curioso caso de la voz neológica momentum despierta interés filológico por varios motivos: por un lado, por tratarse de un llamado latinismo craso o crudo, un préstamo del latín en su forma original, ya que mantiene la desinencia –um de la declinación neutra del latín; por otro, debido a la existencia del préstamo medieval momento, con el que nuestro neologismo forma un doblete léxico, dos palabras que comparten el mismo origen, pero presentan distintas formas; y, por último, por la vuelta a los orígenes del significado del étimo. Y es que momentum —acortamiento de movimentum y derivado del verbo movere, ‘mover’— significa ‘movimiento, impulso, cambio, variación’ en latín (Nuevo diccionario etimológico Latín-Español y de las voces derivadas, s. v.) y, con ciertos matices y como veremos a continuación, también en castellano. De ahí que tanto un momentum como un momento, y siempre desde el punto de vista etimológico, no sea otra cosa que un ‘pequeño movimiento de tiempo’.