Blanco o negro, bueno o malo, todo o nada. A veces vemos el mundo en pares, mitades complementarias, segmentos binarios. Con las categorías de género nos pasa lo mismo, «hombre o mujer» es el modelo establecido. Aun así, las personas que no se perciben ni quieren ser percibidas exclusivamente dentro de una de estas dos categorías han existido a lo largo de la historia con diferentes nombres. Y las palabras que estas personas han utilizado para definirse también han variado en forma.
sexoafectivo, sexoafectiva adj.
En un mundo en el que las relaciones entre las personas son cada vez más complejas y difíciles de mantener, muy centradas en el yo, en el individualismo, en relaciones sin compromiso, ha aparecido el adjetivo sexoafectivo, sexoafectiva para referirse a las relaciones que se basan en un vínculo emocional y sexual; esto es: afecto, empatía y respeto con relaciones sexuales. La frase «solo es sexo» parece no ser suficiente en estos tiempos. El término se origina dentro del pensamiento feminista, donde se busca una relación que no sea solo sexo casual, un vínculo entre las parejas que implica mayor comunicación y un interés emocional que va más allá de lo físico hacia la otra persona.
dildo m.
La neología de lo erótico, el vocabulario del sexo y el lenguaje del amor han sido de gran interés para la lexicografía. Son muchos los profesionales que han intentado aproximarse a reflejar la actualidad sexual de la población hispanófona a lo largo de los años en este ámbito. No obstante, algunas corrientes ideológicas como el feminismo o los estudios de género han llevado a revisar algunas de estas definiciones ya institucionalizadas y lexicalizadas como por ejemplo el caso de consolador. Si bien esta palabra se define como «aparato, generalmente en forma de pene, utilizado para la estimulación sexual» (acepción incorporada en 2014 en el DLE), su percepción y su cambio semántico han suscitado polémicas. Las personas usuarias de consoladoresno lo utilizan como un consuelo ante la ausencia de un varón, sino que lo utilizan por placer, propio o conjunto. La palabra ha sido tachada de portar un sentido heteropatriarcal y moralizante traído por la tradición judeocristiana, por lo que suele optarse por el uso del préstamo del inglés dildo, que hace referencia a cualquier aparato destinado a la estimulación sexual, principalmente a la penetración (anal o vaginal) y que generalmente tiene forma de pene.
sexilio m.
El acrónimo sexilio está compuesto por dos nombres, sexo y exilio. Por una parte, hay que entender sexo con el significado de prácticas sexuales no heterosexuales; por otra, el DLE define la primera y segunda acepción de exilio como: «1. Separación de una persona de la tierra en que vive. 2. Expatriación, generalmente por motivos políticos». Ambos elementos comparten la secuencia ex sin repetirla, una partícula que engarza las dos palabras; este fenómeno puede hallarse en otros términos como, por ejemplo, la palabra informática, creada a partir de información y automática, que comparten la sílaba ma.
poliamor m.
Cada vez es más frecuente encontrarnos con que el paradigma relacional de las generaciones más jóvenes, en algunas ocasiones, rompe con el prototipo de relación judeocristiana tradicional y con el imaginario monógamo, trayendo consigo nuevas realidades que vienen acompañadas de diferentes nomenclaturas: relación abierta, anarquía relacional, relación arromántica, polisexual o poliamorosa, entre otras. Uno de los paradigmas más extendidos es el de las relaciones poliamorosas o el de las personas que practican el poliamor.
hormonar v. tr. e intr.
El verbo hormonar es un caso de creación neológica interesante por concentrar sentidos variados, que se correlacionan a su vez con comportamientos sintácticos y con ámbitos comunicativos diversos.
queer adj. y m. y f.
La voz queer se suma a otros neologismos ya publicados en los Martes Neológicos (como cibersexo, transgénero o transfobia) vinculados a un aspecto de la vida social del siglo xxi de enorme relevancia y constante dinamismo: la sexualidad y el género en relación con la identidad. En inglés, se trata de una voz de larga data, cuyo significado se ha ido desplazando en épocas recientes. Diversos registros lexicográficos (Oxford English Dictionary, Merriam-Webster, Collins English Dictionary) coinciden en señalar que aparece a principios del siglo xvi, y que desde sus orígenes se usa como adjetivo con el significado de ‘raro’ o ‘extraño’. A fines del siglo xix, queer comienza a emplearse despectivamente para referirse a homosexuales, sobre todo varones.
hipersexualización f.
La voz hipersexualización se nutre de dos conceptos preexistentes. Por un lado, el prefijo hiper-, usado para indicar que el tamaño de algo supera a lo super, presente en términos especializados (hiperactividad, hipercolesterolemia), pero también en palabras de uso común
transfobia f.
La voz transfobia está asociada a dos campos léxicos con una gran vitalidad neológica en las últimas décadas’. Por un lado, forma parte de las nuevas voces vinculadas a la identidad de género, como transgénero; por el otro, se inscribe en la serie de neologismos que designan fobias, en particular, formas de discriminación o rechazo social que han adquirido nueva visibilidad (véase aporofobia o islamofobia).
cibersexo m.
La popularización de la informática desde finales del siglo xx y especialmente la eclosión de Internet han modificado las relaciones humanas: en Internet se busca información, se contrata un viaje, se encuentra trabajo, se comparten aficiones, se hacen amigos, y un largo sinfín de posibilidades de las que no queda excluida la sexualidad.