El crecimiento de un campo de actividad humana, sobre todo cuando se trata de una actividad económica globalizada y con un alto grado de organización, suele ser terreno fértil para la creación y circulación de nuevas voces. Aquello que se nombra y se clasifica es más sencillo de ofrecer, de buscar y de encontrar; al facilitar las tareas de marketing y consumo, los neologismos resultan una herramienta central del desarrollo de la actividad en cuestión.

Fotografía de la mano de una estatua que sostiene una rosa.
Pixabay

Uno de los ámbitos de mayor expansión en los últimos años, a juzgar por los datos económicos y lingüísticos, es el del turismo de masas. El neologismo de este martes, el sustantivo necroturismo (que puede definirse como la práctica de visitar tumbas y cementerios en cuanto actividad turística o recreativa), es una voz de muy reciente aparición y creciente difusión:

  • Visitar panteones de día o de noche, recorrer los pasillos, contar historias sobre los difuntos frente a sus tumbas, acercarse al rostro de una momia y verla casi como una obra de arte podría ser una escena sacada del cine; sin embargo, desde hace tiempo es un atractivo para los exploradores insaciables bajo el nombre de necroturismo. [El Sol de México (México), 01/11/19]

En este blog se han tratado con anterioridad voces vinculadas al campo, referidas a otras nuevas formas de turismo organizado (como enoturismo) o a consecuencias negativas del fenómeno (turismofobia). En rigor, tal como lo registra el Observatori de Neologia del IULA (UPF), necroturismo se suma a una abultada lista de neologismos referidos a actividades turísticas, entre ellos los compuestos arqueoturismo, astroturismo, etnoturismo, micoturismo, narcoturismo u oleoturismo, o las frases nominales turismo cannábico, turismo de cruceros, turismo gastronómico e incluso el inquietante turismo suicida. Lo que se observa en esta serie es una progresiva fragmentación y subclasificación de las denominaciones de actividades turísticas —algunas de larga tradición, como la visita a lugares arqueológicos, otras más originales, como la visita a lugares de producción de aceite de oliva— en función de su explotación comercial.

Desde un punto de vista formal, se trata de una composición que resulta de la unión del formante culto necro- (del griego νεκρο- nekro-, ‘muerto’) y la voz patrimonial turismo, proceso que se repite en gran parte de las voces antes mencionadas. También se han encontrado ejemplos de las formas asociadas necroturista y necrotour:

  • La excursión de los curiosos no ha hecho más que empezar en busca de los personajes ilustres que descansan allí «ad eternum». La decisión del Gobierno de Sánchez de trasladar los restos del dictador ha activado la curiosidad del «necroturista». Algunos acuden ya con la lista, teléfono en mano, paseando al lado de familiares que, ajenos al morbo, acuden a honrar a sus seres queridos. [ABC (España), 17/03/2019]
  • Cientos de guatemaltecos y extranjeros abarrotaron este domingo el Cementerio General de la Ciudad, en la capital de Guatemala para participar de un «necrotour» y conocer los mausoleos de personajes que perdieron la vida trágicamente, observó un fotógrafo de la AFP. [Publinews (Guatemala), 30/10/2016]
  • Se lo suele usar en contextos similares a los de la base turismo con verbos como practicar, organizar o hacer, o en complementos de nombres como recorrido o tour: El cementerio Los Ilustres también es un lugar para apreciar las esculturas que adornan los nichos y donde se realizan recorridos de necroturismo [La Prensa Gráfica (El Salvador), 02/11/2018]

Un indicio de la novedad de la palabra es el hecho de que no aparece registrada ni en las bases del Observatori, ni en CORPES o CREA, como tampoco en ninguno de los diccionarios de lengua de las principales lenguas europeas. Esta inestabilidad se verifica también en la existencia de variantes denominativas de uso relativamente frecuente como turismo de cementerios, turismo necrológico o paseos sepulcrales:

  • Los especialistas en la materia coinciden: el turismo de cementerios es un mercado en expansión (mientras que el de las tumbas decrece en favor de la más económica cremación acaso porque del polvo venimos y al polvo volvemos sin necesidad de seguir pagando el alquiler por toda la eternidad). [El Mercurio (Chile), 24/06/2018]

Un neologismo afín, con una definición más amplia (aunque en algunos ejemplos no parecen diferenciarse con claridad) es tanatoturismo, la práctica de visitar lugares que se asocian con la muerte en general:

  • Chernóbil vive un auge del turismo después del estreno de la serie Chernobyl en HBO, que cuenta la historia del accidente nuclear ocurrido allí hace más de 30 años […]. Esto es solo un ejemplo de un tipo de turismo que está en auge: el tanatoturismo o, lo que es lo mismo, la moda de viajar a lugares asociados a la muerte. [El País (España), 14/08/2019]

Aunque necroturismo se encuentra indudablemente vinculado con la industria del turismo de masas, la práctica a la que alude no es en absoluto novedosa. Son un antecedente las peregrinaciones a catacumbas o tumbas de santos desde la Edad Media o el gusto de los románticos por las visitas nocturnas a cementerios, donde a menudo se reunían para recitar. También han sido siempre un paseo habitual de quien recorre alguna ciudad con un cementerio notable o una tumba venerable (Praga y el cementerio judío, Buenos Aires y la Recoleta, la tumba de Karl Marx en Highgate, Londres, o de Oscar Wilde en Père Lachaise de París, e incluso la increíble cripta de los capuchinos en Roma). La novedad reside en el carácter organizado de las actividades denominadas necroturismo, en forma de visitas guiadas y diseño de rutas de cementerios. Existen, incluso, organizaciones como la Red Iberoamericana de Cementerios Patrimoniales o la Asociación Europea de Cementerios Singulares, menos interesadas en el negocio que en la puesta en valor y conservación de cementerios y manifestaciones funerarias como parte vital del patrimonio histórico, turístico y cultural de las ciudades. Pero además, neologismos como necroturismo o tanatoturismo remiten a fenómenos que podemos asociar con lo que algunos denominan tanatofilia, la fascinación con la muerte y las prácticas vinculadas con ella, tan en auge en los últimos tiempos.

Creemos que el alcance y la expansión de la palabra muestran su potencial para ser incorporada en diccionarios de lengua, aunque no parece haber alcanzado un grado de institucionalización y difusión suficiente para que esto ocurra en lo inmediato.  Resultaría interesante que se incluyera en repertorios de neologismos como el Antenario, por su carácter testimonial en cuanto a las prácticas sociales de nuestra época.

Victoria de los Ángeles Boschiroli
Universidad Nacional de General Sarmiento (Argentina)

necroturismo m.

3 pensamientos en “necroturismo m.

  • 19 de mayo de 2020 a las 16:15
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    En Paris es una práctica muy común este tipo de turismo, el Pere-Lachese es muy visitado, es una experiencia diferente, a mí particularmente me gustó.

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  • 8 de septiembre de 2020 a las 18:36
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    Aquí en Brooklyn Nueva York, la gerencia del Greenwood Cemetery lleva años concediendo recorridos por el enorme campo santo. Es punto turístico para los que desean ver los monumentos y lápidas de difuntos de la antigua alta alcurnia de este condado de New York City.

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  • 27 de febrero de 2021 a las 23:39
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    En Guatemala tenemos a nuestro cargo el único grupo Cultural que ha hecho y hace en la actualidad ese tipo de recorridos en cementerios y criptas en iglesias, con mucha aceptación entre la población, engrandeciendo así la cultura general de los seguidores

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