En la sociedad actual en la que nos movemos siempre con tantas prisas, necesitamos en muchas ocasiones reflejar seguridad y que de ningún modo seremos sorprendidos ante el fracaso de nuestras primeras intenciones porque tenemos previsto otro plan alternativo: un plan B. Se trata de una formación compuesta a partir del sustantivo plan y el sustantivo b. En ella el segundo componente, b, funciona como adjetivo especificativo del primero. Según Fundéu no son necesarias las comillas, plan debe ir en minúscula y la letra be, en minúscula o en mayúscula.

Fotografía de una señal amarilla en el campo.
Pixabay

Como dice la Neolosfera, se trata de un calco del inglés, que desde el siglo xix se utiliza para hacer referencia al segundo en una serie de planes y que se ha extendido para indicar no solo ‘segundo en orden’ sino ‘alternativo’ cuando la opción prioritaria no es posible.

La significación que conlleva el uso de esta formación supone la suma del significado de sus componentes: plan con el sentido de ‘programación de la acción o conjunto de acciones que se han de ejecutar para hacer o lograr algo’ y B con el sentido de ‘secundario’. De esta manera, con nuestro compuesto se hace referencia a una segunda planificación que se tiene, o no, prevista para si fallase la primera.

El sentido que adquiere B en este sintagma está ya recogido en la cuarta acepción del DLE, como adjetivo: ‘en una clasificación, de rango secundario’, aunque, por los ejemplos que aporta (equipo de segunda B, serie b, película b), con este secundario parece referirse más al sentido de ‘de menor importancia’ que al de ‘en segundo lugar’, cuando los dos están presentes en la definición de esta palabra (‘segundo en orden y no principal’). Se hace necesario, por tanto, que el DLE añada en esta acepción de B el ejemplo de la sintagmación que nos ocupa o, mejor aún, que lo incluya en la entrada de plan junto a las demás formas complejas.

En cuanto al significado aportado por el segundo componente de nuestro sintagma hay que advertir también que surge desde su uso metalingüístico. No sumamos al sintagma el significado de la letra B representante de determinado fonema, sino el del puesto que ocupa en su ordenación alfabética, el segundo, y es de ahí desde donde se deriva el sentido de ‘de menor rango o importancia’, porque va después del primero o prioritario.

De hecho, podemos encontrar formaciones compuestas de plan A, con el sentido de ‘primero, principal o prioritario’, así como de plan C, con el sentido de ‘de orden posterior al segundo’:

  • La formación retrasa de momento la activación del plan C y descarta unas nuevas elecciones. [La Vanguardia (España), 15/03/2018]
  • En cualquier caso, él tiene su plan de trabajo y su idea de cómo hay que llevar a un equipo, como debe jugar… Nosotros le escuchamos e intentamos hacer lo que nos pide. Y cuando no sale, él tiene reflejos para pasar al plan B, al plan C… [El Mundo (España), 02/11/2007]
  • Consigue buscar en su cerebro un plan alternativo si falla o no resulta suficiente el plan inicial (sigue el plan A, ahora bien, si falla es capaz de buscar un plan B). [Revista de Psiquiatría y Psicología del Niño y del Adolescente (España), 03/03/2002]

Se trata de una expresión muy socorrida en cualquier ámbito de la vida: deportes, economía, política, sociedad, etc., y tanto en el español de España como en el de América Latina.

En BOBNEO encontramos nueve fichas que van desde 2005 hasta 2018:

  • Ante la ausencia de un plan B y en plena crisis, esta fue la fórmula encontrada por la cumbre europea de los jefes de Estado y Gobierno ayer en Bruselas para postergar la convocatoria al referéndum por el tratado constitucional. [Clarín (Argentina), 17/06/2005]
  • Macron ha admitido que «no existe un plan B» respecto del tema iraní. [La Vanguardia (España), 24/04/2018]

Los bancos de datos que posee la Academia dan muestras del extendido uso de este compuesto y cómo los primeros casos que recogen se remontan a la década de los noventa del pasado siglo. Así, en el Corpus de Referencia del Español Actual encontramos una documentación que data de 1994:

  • En cuanto a la posibilidad de que se aplique el Plan B o de choque, dijo: «Lo que tiene que haber es un plan viable y el Gobierno tiene que plantearlo a la opinión pública». [El Mundo, 1994]

Es en el Corpus del Español del Siglo XXI (CORPES XXI) donde encontramos 343 casos en 242 de sus documentos. Muchos más procedentes de textos de América (258) que de España (84):

  • El Córdoba pasó al lógico plan B. Con ventaja en el marcador, tocaba replegarse, defender con orden y esperar una contra para sentenciar. [ABC (España), 30/01/2006]
  • «Sería un presidente negligente si no tuviera en alguna parte un plan B», declaró el dirigente suizo, apuntando que es poco probable que haya que recurrir a él. [El Tiempo (Colombia), 29/06/2008]

La extensión de empleo de plan B como ‘alternativa o posibilidad’ ha llevado incluso a la creación de una web comercial (https://www.planb.es/) dedicada a ofertar planes o regalos gastronómicos, de ocio, viajes, etc. De esta manera encontramos nuestro compuesto funcionando como adjetivo especificador: cajas regalo plan B, ofertas Plan B, etc.

Después de todo lo expuesto sobre plan B, sorprende que ninguno de los diccionarios españoles consultados lo atienda salvo el DEA de Seco, si bien no como lema sino entre los ejemplos de la entrada b. También sorprende que, aunque usado en las distintas lenguas románicas, tampoco lo recojan sus diccionarios, a excepción del italiano donde en Lo Zanichelli (2018) encontramos piano B.

Gloria Guerrero Ramos
NEOUMA
Universidad de Málaga (España)

plan B o plan b m.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *