Si algo une a las diferentes culturas que se extienden a lo largo y ancho del mar Mediterráneo es la pasión por el pan. Ingrediente que no puede faltar en la mesa, el pan es un símbolo arraigado de identidad y tradición y en ocasiones de religión, que ha tejido historias a lo largo de las generaciones. La focaccia,en esencia, es un pan plano, elaborado con harina de trigo, aceite de oliva y sal, aunque en ocasiones también se le añaden hierbas aromáticas, aceitunas o tomates. Su textura es única, una mezcla de esponjosidad y firmeza que se derrite en la boca con cada bocado y ha conquistado paladares en todo el mundo. Esta voz proviene, según el Grande dizionario italiano dell’uso de De Mauro, del latín focacius que significa ‘cocido bajo las cenizas’ y se define como «especie de pan de forma delgada y plana condimentado con aceite u otros ingredientes y cocido al horno».
focaccia f.
