En 1994 la multinacional Danone inició una campaña publicitaria para lanzar un nuevo producto al que denominó yogur griego. En el anuncio aparecía una mujer ataviada con la ropa tradicional de este país, que supuestamente mostraba su enfado porque España le había arrebatado a Grecia su último tesoro más preciado. El uso de los colores propios de la bandera de Grecia (blanco y azul) en el etiquetado, junto a una imagen que evocaba el templo de Poseidón en Sunio (a sesenta y cinco kilómetros de Atenas), provocó ciertos equívocos acerca de su lugar de fabricación y generó una intensa polémica con la empresa productora de yogures en Grecia, Fage Dairy Industry S. A. (FDISA), que desembocó en una demanda judicial. No obstante, el uso del gentilicio fue un artilugio publicitario acerca de sus características, ya que la denominación de griego para el yogur no implicaba que este alimento se hubiera producido en esa zona geográfica. Prueba de ello es que en el etiquetado se indicó la designación del fabricante, así como el lugar en el que el producto era elaborado (Parets del Vallès, Barcelona), por lo que no cabía ninguna duda de que se había fabricado en España. De hecho, en 1998 la campaña publicitaria se modificó y en ella se expresaba claramente que era un yogur «fabricado en España a la receta griega».
brecha digital f.
El léxico, que suele reflejar los cambios en las sociedades, también se erige como testigo de sus desigualdades. El neologismo brecha digital constituye un buen ejemplo de este fenómeno. En primer lugar, podemos señalar que la voz brecha aparece en diferentes voces creadas por sintagmación ya no con el significado literal de ‘abertura o rotura irregular en una superficie’, sino con el sentido metafórico de ‘diferencia, generalmente profunda o difícil de salvar’. Precisamente estas palabras dan cuenta de aspectos vinculados a la desigualdad. Tal es el caso de brecha digital, pero también de otras voces…
copa menstrual f.
Este neologismo se acuña para designar un recipiente, generalmente elaborado con silicona de uso médico, empleado por mujeres para insertarlo en la vagina y, de ese modo, poder recoger el flujo menstrual. Se caracteriza por ser reutilizable y, por ello, destaca por fomentar la sostenibilidad, tal y como se documenta en numerosas noticias.
gel hidroalcohólico m.
Como resultado de la pandemia que nos afecta desde principios de 2020 a raíz de la COVID-19, se han incorporado al lenguaje general numerosos términos procedentes, sobre todo, del ámbito sanitario, tanto en relación con los síntomas, la prevención o el tratamiento, entre otros campos. Uno de estos términos es gel hidroalcohólico, cuyo uso se ha generalizado en nuestro día a día, especialmente ante la imposibilidad de lavarnos las manos en algunas situaciones, puesto que se trata de una medida para evitar contagiar y contagiarnos por contacto con superficies infectadas con el virus.
lenguaje inclusivo m.
El término lenguaje inclusivo se usa en la comunicación actual con varios sentidos, si bien próximos, y ello por la extensión semántica del adjetivo inclusivo. En la discusión lingüística científica y en el debate social suele vincularse a las propuestas de un uso de la lengua en el que el género gramatical masculino deje de representar conjuntamente a hombres y mujeres, evitando el denominado masculino inclusivo o genérico. Con ello se pretende contribuir a erradicar lo que se conoce como sexismo lingüístico, fenómeno que abarca no solo cuestiones relativas al género gramatical, sino también usos léxicos discriminatorios para la mujer, enfoques discursivos androcéntricos y pautas de comportamiento machista en la interacción comunicativa. Con el sentido aludido, el lenguaje inclusivo podría encuadrarse dentro del llamado lenguaje no sexista y, al mismo tiempo, como parte del proceso que se conoce como feminización del lenguaje, cuyo fin es visibilizar el género femenino.
mover ficha loc.
Cada día se forman nuevos conceptos. A menudo, viajan de un idioma a otro a través de extranjerismos, que pueden adaptarse o no a la idiosincrasia ortográfica y morfosintáctica de la lengua que los acoge. También pueden emigrar despojados de expresión, camuflándose al llegar a su destino en palabras ya existentes, fenómeno que los lingüistas han llamado calco semántico. Este es el caso, muy probablemente, de la locución que hoy nos ocupa: mover ficha.
residuo cero m.
La preocupación actual por los problemas ambientales ha dado un gran impulso a la difusión del vocabulario asociado a esta temática. En efecto, en las últimas décadas, han entrado en el léxico general expresiones como agroecología, energía renovable o impacto ambiental, todas ellas registradas ya en el Diccionario de la lengua española de la RAE. Aquí, en las páginas de Martes Neológico, se ofrece también una selección de voces del mismo campo léxico (ecoparque, vía verde, antropoceno, ecotasa), al que se incorpora ahora residuo cero.
emergencia climática f.
El cambio climático es un hecho: la década de 2010 fue la más cálida de la historia y el año 2019 fue el más caluroso de Europa y el segundo más cálido a escala mundial desde que se tienen registros. Ante la gravedad que supone el calentamiento global, no es de extrañar que el diccionario de la prestigiosa Universidad de Oxford eligiera como palabra del año 2019 climate emergency ‘emergencia climática’, definiéndola como la ‘situación en la que se requieren medidas urgentes para reducir o detener el cambio climático y evitar el daño ambiental potencialmente irreversible resultante de este proceso’. De hecho, no solo en inglés se escogió este sintagma como palabra representativa del año, sino que también lo hizo el catalán, lengua en la que se proclamó neologismo del año, empatado, por la mínima, con animalista (en este caso, no fue ninguna institución la que eligió el vocablo nuevo, sino los mismos hablantes mediante una votación en línea convocada por el Observatori de Neologia y el Institut d’Estudis Catalans).
plan B o plan b m.
En la sociedad actual en la que nos movemos siempre con tantas prisas, necesitamos en muchas ocasiones reflejar seguridad y que de ningún modo seremos sorprendidos ante el fracaso de nuestras primeras intenciones porque tenemos previsto otro plan alternativo: un plan B. Se trata de una formación compuesta a partir del sustantivo plan y el sustantivo b. En ella el segundo componente, b, funciona como adjetivo especificativo del primero. Según Fundéu no son necesarias las comillas, plan debe ir en minúscula y la letra be, en minúscula o en mayúscula.
lluvia de ideas f.
El publicista A. F. Osborn descubrió la técnica del brainstorming en unas sesiones experimentales, en el año 1939. Unos años más tarde, en 1954, describió esta técnica y propuso el nombre en su libro Applied Imagination. El brainstorming, traducido como lluvia de ideas o tormenta de ideas, es una técnica de grupos para generar ideas espontáneamente sobre un tema o para solucionar un problema, a través de la creatividad. El uso del término se ha extendido de distintas formas. Por un lado, como un procedimiento específico en nuevas disciplinas, como, por ejemplo, la creación de textos. Por otro lado, ha adquirido un significado más general, para expresar el momento inicial de una reunión donde se invita a sugerir ideas de forma libre y no estructurada, o bien para dar nombre a procesos de búsqueda de soluciones.